¿Es necesario pasar de médico convencional a médico digital?

La era digital llegó hace rato y muchos aun no nos hemos percatado. La incorporación a las diferentes disciplinas del saber humano, nos indican que esta es una tecnología que vino para quedarse. En consecuencia, la transformación digital de cualquier profesional y en este caso de los médicos, es una opción a todas luces innovadora y necesaria.

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La llegada del Internet, así como de las nuevas tecnologías, han generado un cambio importante en la relación médico-paciente. La penetración de lo digital en el campo médico es tal, que ya vemos la adopción de terminologías de carácter global como el e-salud, el de telemedicina y el de Paciente 2.0. Hoy día, cada vez se hace mas frecuente, la comunicación virtual de los pacientes con sus médicos a través de las redes sociales; ya son muchos los médicos, que utilizan las plataformas comunicacionales, no solo para dictar conferencias, transmisión de intervenciones quirúrgicas relevantes y/o practicar cirugías robóticas a distancia(tecnología 5G), sino que cada vez, son más los colegas, que adoptan las consultas online a través de las modernas plataformas comunicacionales, muchas de ellas gratuitas, como WhatsApp, Zoom, Messenger, Skype, etc. Aun cuando todavía hay situaciones para las cuales la telemedicina aun no ofrece soluciones tangibles, como por ejemplo la toma de citologías, biopsias y otros procedimientos de consultorio, eso no quita la gran utilidad que tienen estas tecnologías en la practica medica actual. Según el estudio del Observatorio Nacional de las Tecnologías y la Sociedad de la Información de España (ONTSI), un tercio de los pacientes busca información sobre salud antes de ir a la consulta y un 45,8% lo hace también después para confirmar el diagnóstico y tratamiento. El estudio también indica que 26% de los pacientes comparten esa información con su médico y para el 20,2% esto hace que mejore su relación con él.

En cuanto a los usos concretos de las redes sociales, el 31,4% busca información general sobre salud, un 26,5% busca conocimientos sobre cuidado personal y estado de salud, el 21,4% difunde información sobre salud y el 14,2% realiza búsquedas de contactos sobre profesionales, clínicas, etcétera. Resultados de varias firmas encuestadoras americanas, dos quintas partes de la población de jóvenes entre los 22 y 38 años en Estados Unidos, están inclinándose por las consultas médicas virtuales para los servicios de rutina; y en lugares donde el servicio de salud es público, como Reino Unido o Canadá, la telemedicina se concentra en atender a los más jóvenes, mientras que los adultos mayores, quizás por desconocimiento del manejo de estas nuevas tecnologías, se atiendan de manera tradicional.

Alcances de la medicina en línea

La mayoría de las consultas que diariamente reciben los médicos online, son de orientación y seguimientos, análisis de laboratorios e histopatológicos, estudios de imagenología, renovaciones de prescripciones y para tener una segunda opinión en casos de Diagnósticos que puedan comprometer seriamente la salud del paciente y que muchas veces van a requerir cirugías, que pueden no estar aceptadas del todo por los pacientes y/o sus familiares. Todas estas consultas, pueden resolverse a través de las videollamadas.

La medicina digital vino para quedarse

La pandemia mundial actual ha puesto en la palestra las bondades de la medicina digital: lo sencillo de su práctica, tanto para médicos como para pacientes; así como la necesaria seguridad que brinda a la hora del acto médico, la convierten en la mejor opción de consulta médica, en la crisis actual que vive la humanidad. Aun no surgen estudios al respecto, pero pronto veremos los informes estadísticos reflejando el repunte que ha tenido la práctica médica digital en medio de esta calamidad pública mundial. En medio de este contexto de transformación tecnológica y visto que la mayoría de los sondeos de opinión demuestran como el sector salud es uno de los que más presencia tiene en la web, me atrevo a afirmar que, el médico que no se embarque en este tren, y no haga presencia digital a través de un sitio web o de las redes sociales, quedará relegado y condenado al olvido y será como si no existiera para los pacientes 2.0 (usuario de internet para informarse sobre su salud).